Para la entrada de esta semana, os queremos hablar un poco sobre los componentes de las cremas, champús y jabones que usamos a diario. Parece mentira e increíble pero por desgracia se usan un gran número de compuestos tóxicos en cosmética.
¿Alguna vez os habéis parado a leer los ingredientes de vuestros champús, cremas, acondicionares, etc.?
La verdad que si empezamos a mirarlos, nos sorprenderíamos de la cantidad de compuestos químicos sintéticos que llevan.
Estos compuestos tóxicos acaban penetrando en el cuerpo, por inhalación, ingesta (suele ser accidental) y la más habitual, por vía cutánea. El problema es que muchos de ellos, los usamos mientras nos damos una buena ducha y con el vapor, los poros de nuestro cuerpo se abren, absorbiendo por la piel estos productos.
Muchos de estos compuestos son derivados del petróleo, además de ser disruptores endocrinos, lo cuales se clasifican en sustancias químicas capaces de alterar el equilibrio hormonal.
La exposición habitual, aunque sea poco de cada vez, a la larga puede alterar nuestro sistema endocrino, derivando en diferentes problemas de salud.
En la actualidad, sin darnos cuenta, estamos rodeados de productos que usamos a diario que no son nada saludables para nosotros, como los geles, champús, acondicionadores e incluso cremas para bebes. Pero lo bueno, es que cada vez somos más personas las que nos preocupamos de usar productos para nuestra higiene más naturales y respetuosos con el medio ambiente.
En este post os dejamos una lista de los principales compuestos tóxicos que podemos encontrar en cosmética. Así, si no fijamos en los ingredientes y no en los anuncios, podremos escoger un buen productos natural y saludable para nosotros y el medio ambiente.
Principales compuestos tóxicos en cosmética
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Sulfatos
El Sodium lauril sulfate (SLS) es uno de los tipos de sulfato más comunes. Se tratan de compuestos tensoactivos (también llamados surfactantes, agente activo de superficie) que son los encargados de que se forme la espuma en nuestros productos de baño.
De hecho, cuanta más espuma tenga nuestro champú, gel o jabón, mayor concentración de estos productos tendrá y más agresivo será para nosotros. Si leemos una de las etiquetas de un champú o jabón será uno de los primeros ingredientes.
Los sulfatos se mezclan con la grasa de nuestro pelo. Lo que consiguen, en vez de limpiar el cabello, es eliminar una gran cantidad de sebo natural, resecando el cuero cabelludo mucho más de lo debido.
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Parabenos
Estos compuestos tóxicos son derivados del petróleo muy usados en cosmética, ya que son baratos y se necesita poca cantidad.
Su principal función es la de actuar como conservante, ya que evita la proliferación de microorganismos. Por ello, los podemos encontrar como diferentes compuestos en un gran sin fin de productos.
Pero su gran problema, es que están englobados como disruptores endocrinos. Estos actúan de la misma manera que los estrógenos, lo que acaba interfiriendo en el funcionamiento natural de estas hormonas.
De hecho, al alterar el sistema endocrino, pueden tener efectos relacionados con problemas de fertilidad y con un mayor riesgo de cáncer de mama
Los parabenos más usados son: methylparaben, propylparaben, butylparaben o benzylparaben.
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Siliconas
Las siliconas se encuentran mucho en los champús y crean un capa en el pelo con la finalidad de darle una apariencia más brillante y sano.
Pero, al contrario de las propiedades que nos venden, lo único que hacen estos compuestos tóxicos en cosmética, es dificultar la oxigenación del cuero cabelludo.
En personas con tendencia a tener el pelo graso, potencian más este efecto ya que ayuda a producir más grasa en el pelo, sobre todo en la raíz.
Además, las siliconas tienden a acumularse en forma de residuos, provocando que el cabello se ensucie más rápido creando una gran dependencia. Pero al contrario de lo que parece a simple vista, lo único que hacen las siliconas, es no dejar respirar al cuero cabelludo.
En las cremas, las siliconas también son grandes protagonistas, que al igual que en el cabello, taponan los poros de nuestra piel pudiendo provocar irritaciones y problemas de piel.
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Alcoholes
Estos alcoholes dañinos son los volátiles que se utilizan principalmente como disolventes, conservantes y para mejorar la absorción y penetración de los demás ingredientes.
En las etiquetas se pueden encontrar como: isopropyl alcohol, ethyl alcohol, SD alcohol.
El principal problema de estos alcoholes es que resecan la piel. Por ello, un dato muy importante es mirar en que posición de la lista aparece. Ya que cuanto antes esté, mayor concentración de alcohol tendrá.
Estos compuestos tóxicos en cosmética, se suelen usar mucho en cremas para pieles grasas, pero es un gran engaño. Su función es eliminar la grasa de la piel, pero al quitarla en exceso y resecar la piel, nuestras glándulas sebáceas producirán más grasa, convirtiendo el uso de estas cremas en un círculo vicioso.
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PEGs (polietilenglicoles)
Los llamados PEG, se usan como emulgentes, tensoactivos o detergentes. Lo que hacen es facilitar la penetración en la piel del resto de ingredientes.
Para su producción se usan gases tóxicos como el óxido de etileno, pudiendo contener finalmente diferentes residuos de sustancias tóxicas y cancerígenas como las dioxinas.
Además, si los productos que estamos usando, llevan otros compuestos tóxicos mencionados anteriormente, con los PEG estaremos potenciando la absorción del resto de las sustancias.
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Flalatos
Estos compuestos tienen la función principal de plastificadores.
En la industria de la cosmética son muy usados en esmaltes, cremas y perfumes. Aumentan la dureza y flexibilidad en el caso de los esmaltes y para el resto de productos ayudan a fijar los aromas.
Los flalatos son capaces de alterar el sistema hormonal, pueden causar daños en el ADN y malformaciones en el feto durante el embarazo. Por desgracia, son sustancias tóxicas que en cosmética muchas veces no se mencionan en los ingredientes, ya que suelen ser componentes de una fragancia. Por eso mejor asegurarnos que en la etiqueta ponga libres de flalatos o libres de fragancias.
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Aceites minerales
Al contrario de lo que parece, los aceites minerales no nos hidratan la piel. Estas sustancias aportan una apariencia cremosa en los productos de cosmética.
Lo malo es que estos aceites crean una película de grasa que tapona los poros de nuestra piel, extraen su humedad y a la larga, la resecan. De hecho, promueve la aparición de acné, irritaciones y sequedad de la piel.
Todo un círculo vicioso, ya que nos echamos cremas para hidratar la piel, pero estas lo que hacen, por sus componentes, es resecarlas más, así que día tras día seguimos echándonos más crema, pensando que estamos hidratando la piel y estamos consiguiendo todo lo contrario, una dependencia de ella.
Esperamos que esta pequeña lista sobre los compuestos tóxicos más comunes en cosmética os haya gustado y servido de ayuda. Ya sabéis que si queremos cuidar nuestra salud y la del planeta, tendremos que mirar más las etiquetas.
Un ecosaludo!