Hoy os queremos hablar de una alternativa para hacer nuestro baño un poco más ecológico. La esponja vegetal de luffa, 100% natural, de origen vegetal y biodegradable.
Sin darnos cuenta, en el baño acumulamos una gran variedad de productos con plásticos o sintéticos, entre los que se encuentran las convencionales esponjas de baño. Estas esponjas, a medida que las vamos usando van soltando microfibras sintéticas que acaban por el desagüe.
En resumen, un artículo que no se puede reciclar y que solo genera basura.
Las esponjas que solemos encontrar en el mercado son:
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- Esponjas sintéticas:
Hechas con microfibras plásticos u otros derivados de petróleo. Además de su fabricación y materiales, estas esponjas acaban contaminando, por culpa de las microfibras que se van rompiendo y se van por el desagüe.
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- Esponjas de celulosa:
Que para su fabricación, además del uso de celulosa de los árboles, también se utilizan productos químicos sintéticos. Asimismo para estas esponjas también hay que contar con el gasto energético.
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- Esponjas de mar:
Se tratan de los esqueletos de las esponjas marinas. No es que tengan inconvenientes para la piel pero desde el punto de vista medio ambiental no es bueno. No hay cultivos de esponjas marinas con este fin, con lo cual, las que se obtienen se extraen del mar. Si existe mucha demanda de estas esponjas, se podría llegar a una sobreexplotación marina, afectando a los ecosistemas.
En el movimiento zero waste se engloban los pequeños cambios que podemos hacer para llevar un estilo de vida respetuoso con el medio ambiente. Pues bien, el uso de la esponja vegetal de luffa es una gran alternativa ecológica zero waste. Además de que su uso nos proporcionará ciertos beneficios para nuestra piel.
Procedencia de la esponja vegetal de luffa
Las esponjas de luffa se obtienen a partir del fruto de la planta Luffa cilíndrica, que pertenece a la familia de las curcubitáceas, como el calabacín o el pepino.
Primero, se cosechan los frutos de esta planta y se secan alrededor de dos meses. Una vez transcurrido este tiempo, se le quita la cáscara y ya tendremos las típicas fibras de luffa. Por último, solo quedará lavarlas y volver a secarlas para tenerlas listas para su uso como esponjas.
Hoy en día se hacen varios tipos de artículos a partir de las fibras de luffa, como el caso de los estropajos de luffa, que os hemos hablado de ellos en el post de estropajos ecológicos o discos desmaquillantes reutilizables.
En resumen, la esponja de luffa se trata de un gran producto de origen vegetal y totalmente natural, sin uso de plásticos ni químicos en su fabricación, además de ser biodegradable.
Propiedades y beneficios
Una de las características por las que también son apreciadas estas esponjas vegetales de luffa es por sus usos terapéuticos. Con ellas, a parte de los beneficios relacionados con el medio ambiente, también obtendremos beneficios para nuestra piel.
La esponja de luffa se trata de un excelente exfoliante para la piel. La fibra hace que se eliminen las células muertas, dejando la piel limpia y sin restos de impurezas para que los poros respiren.
Gracias a esta limpieza, se elimina el exceso de grasa de la piel, lo que previene y reduce la aparición de granitos en el cuerpo. Además, como se produce una abertura de los poros de la piel, ayuda a evitar el enquistado capilar.
Asimismo si se usa en la cara, tiene el mismo efecto, elimina el exceso de grasa y ayuda a prevenir el acné y la aparición de puntos negros.
Otra característica, es que debido a la fricción que se ejerce sobre la piel se estimula el sistema circulatorio. Lo cual ayuda a una mejor circulación de la sangre y la linfa, ayudando a la eliminación de toxinas del cuerpo. De hecho, esta esponja es una gran opción para personas con problemas de circulación es las piernas.
Gracias a su efecto exfoliante y su capacidad para estimular la circulación de la sangre, la esponja vegetal de luffa también nos ayuda a reducir y prevenir la celulitis.
Además de las esponjas, también existen manoplas realizadas con la fibra de luffa, para las personas que la prefieran por más comodidad.
Uso y limpieza de la esponja vegetal de luffa
Antes de su primer uso, lo mejor es humedecer bien la esponja, para ablandarla. Al principio es demasiado dura y sino nos dañará la piel.
Al usarla tampoco se debe frotar muy fuerte, ya que son fibras duras y dando unos masajes con suavidad ya nos estará activando la circulación y exfoliando la piel.
Si tienes la piel sensible, alguna zona irritada o acabas de exponer tu piel al sol, hay que tener bastante cuidado con la esponja y pasarla por la piel de una manera muy suave.
Después de cada uso, es importante aclararla bien con agua y dejarla secar en un sitio donde no haya humedad. Una vez seca, ya la podremos guardar.
El secado de la esponja vegetal de luffa es de lo más importante para su correcto mantenimiento. Alejarla de la humedad es la mejor opción, ya que sino se convertirá en un foco de bacterias.
De vez en cuando, para su desinfección es recomendable meterla en agua hirviendo un par de minutos.
Como veis, la esponja vegetal de luffa es una gran alternativa zero waste, 100% natural y biodegradable que además nos aporta beneficios para nuestra piel.
Un ecosaludo