Hoy os queremos mostrar la manera de preparar una salsa de tomate casera. Un receta sencilla, con la cual podremos cocinar una buena cantidad de salsa y envasarla al vacío. Así tendremos unos cuantos botes listos para usar en cualquier momento y receta como por ejemplo para preparar el pisto manchego.
La mayor parte del peso del tomate (sobre un 95%) se corresponde con el agua. Pero aunque casi todo su porcentaje sea de agua, esta hortaliza tiene una buena lista de compuestos y propiedades beneficiosas para nuestra salud.
El tomate destaca por contener vitaminas A y C. Gracias a la presencia de los β-carotenos se forma la vitamina A, la cual es imprescindible para una correcta visión ayudándonos a prevenir enfermedades degenerativas de la vista.
En esta salsa de tomate casera, también se encuentra el licopeno, que son los carotenoides responsables del color rojo característico de los tomates. Estos licopenos destacan porque poseen un elevado poder antioxidante, ayudando a prevenir los daños celulares por oxidación.
Debido a su bajo aporte calórico y de grasas, la salsa de tomate se hace un acompañante ideal en las dietas, además de ser un buen alimento diurético que evita la retención de líquidos y favorece la eliminación de toxinas.
Ingredientes
- 2 kg de tomates
- Media cebolla
- 2 dientes de ajo
- 1 zanahoria
- Medio pimiento verde
- Perejil
- Orégano
- Sal
- Aceite de oliva virgen extra
Preparación de la salsa de tomate casera
Lavamos bien toda la verdura, pimiento, zanahoría y tomates. Y empezamos a picar todo.
La verdad que a nosotros nos gusta picar todo en trocitos pequeños, pero en este caso, como para preparar esta salsa de tomate casera pasaremos todo por la batidora, no es de mucha importancia. Si quedan trozos más grandes se acabarán deshaciendo.
Por un lado picamos la cebolla y el ajo, dejándolos en un plato a parte. Luego, pelamos la zanahoria y la picamos junto con el pimiento verde y también los mantenemos a un lado sin mezclar con la cebolla ni el ajo.
Posteriormente, troceamos todos los tomates para la salsa. En nuestro caso no los hemos pelado, ya que así aprovecharemos las propiedades de su piel. Pero por supuesto, esto es al gusto de cada uno. Primero los podéis pelar y luego al cortarlos ir quitando las semillas. Así que, en definitiva, este paso, lo podréis preparar como más os guste u os resulte más cómodo.
En una olla echamos un chorro de aceite y pochamos tanto la cebolla como el ajo a fuego medio durante 5 minutos. Una vez listo, añadimos el pimiento y la zanahoria dejando que se cocinen un poco (otros 10 minutos).
Cuando la verdura esté pasada, en la olla añadimos todos los tomates troceados, sal, perejil y orégano. Ponemos la tapa y dejamos que se valla cocinando bien la salsa durante 45 minutos o 1 hora a fuego medio.
Por supuesto, durante este proceso vamos removiendo todo de vez en cuando con una cuchara de madera.
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Una vez esté toda la verdura bien cocinada, podremos ver que los tomates ya se han desecho prácticamente en forma de salsa. Cogemos una batidora de mano y trituramos todo muy bien.
¡Así de fácil! Ya tendremos la salsa de tomate casera lista para usar en nuestras comidas y también podremos guardarla en botes al vacío.
Para conservar nuestra salsa podemos guardarla en botes de cristal, previamente esterilizados en agua hirviendo, envasándola al vacío de dos maneras diferentes:
- Con la salsa recién triturada y caliente llenamos los botes dejando menos de un centímetro de espacio para el aire. Nos aseguramos de cerrarlos bien y los dejamos al menos 5 horas boca abajo, hasta que enfríen. Una vez fríos le damos la vuelta y nos aseguramos de que hicieran el vacío. Para ello pulsamos con los dedos sobre la tapa y si la tapa no se abolla es que quedaron perfectamente conservados. En cambio, si alguno se abolla podemos realizar el vacío como en el siguiente paso.
- Se llenan bien los botes con la salsa como en el paso anterior. En una olla ponemos agua hirviendo y los dejamos al baño maría hasta que hagan el vacío.
Este año hemos tenido bastantes tomateras y la cosecha nos ha permitido preparar una buena cantidad de botes. La verdad que al añadir la salsa caliente y dejar los botes boca abajo siempre nos han hechos todos muy bien el vacío sin necesidad de ponerlos al baño maría.
Ya veis, esta salsa de tomate casera, resulta una receta fácil y muy sana. Además que podréis realizar bastante y así conservarla durante meses. Esperamos que os animéis a prepararla, ¡está deliciosa!
Un ecosaludo
