En la entrada de esta semana, en ecologízate, os queremos hablar un poco sobre las propiedades de las castañas, el fruto seco por excelencia en la temporada otoñal.
Desde hace muchísimo tiempo en algunas comunidades de España, sobre todo en las del norte, se llevan celebrando la fiesta gastronómica de las castañas. A esta celebración se le llama Magosto y dependiendo de la zona, se hacen en una fecha u otra. Aun así suelen celebrase entre finales de Octubre y principios de Noviembre.
En esta fiesta, evidentemente, el plato principal son las castañas. Suelen asarse al calor de una hoguera donde se reúnen los vecinos de la zona para degustar este manjar.
Se cree que el árbol que da este fruto seco, el castaño, es originario de Asia menor. Los romanos y los griegos se encargaron de llevarlo por gran parte de Europa, donde no sólo se utilizaba gastronómicamente, también era muy preciado por su madera.
No hace tanto tiempo, la castaña era la gran protagonista en infinidad de casas, ya que en tiempos de hambruna era el sustento de muchísimas familias. Con el descubrimiento de América y la llegada de la patata y el maíz, este fruto seco fue perdiendo importancia en comparación a otros alimentos nuevos para aquellas sociedades.
Ahora bien, vamos con algunas de las propiedades de las castañas.
Fuente rica en hidratos de carbono
A la hora de hablar de las propiedades de las castañas, podemos ver, que a comparación de la mayoría de frutos secos, donde los hidratos de carbono destacan por su bajo contenido, las castañas se caracterizan por tener un alto porcentaje de carbohidratos y de mayor calidad.
Por ello, se suele decir que las castañas son más parecidas a un cereal que a un fruto seco. Ahora bien, podemos entender porque no hace tanto tiempo y en épocas de hambruna y escasez se utilizaba este fruto seco como principal sustento. Con poca cantidad se obtenía bastante energía.
Alto contenido en fibra
Gracias a su porcentaje de fibra, comer castañas nos puede ayudar a mejorar nuestro tránsito intestinal. Cierto es que las castañas tienen un alto contenido en fibra y que pueden ayudarnos a mejorar nuestra digestión y tránsito intestinal, pero si se consumen de una manera moderada. El consumo excesivo de este fruto seco nos puede producir gases.
Al poseer rafinosa y estaquiosa como algunas legumbres, nos puede producir flatulencias y hacer algo pesada la digestión. Ya que nuestro organismo puede encontrar algunas dificultades para metabolizar estos hidratos de carbono en grandes cantidades.
También es importante mencionar que las propiedades de las castañas se pueden ver algo alteradas dependiendo de como se consuman. Por ejemplo, si las consumimos crudas, las castañas poseen taninos. Estos componentes nos pueden producir dificultades en la digestión llegando a producir pesadez y una digestión más lenta y pesada.
Minerales esenciales y vitaminas
Al igual que la mayoría de frutos secos, las castañas son ricas en minerales esenciales tales como hierro, fósforo, magnesio, zinc, potasio y calcio. Incluso poseen cobre, pero este en muy pequeñas cantidades.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) el fósforo y el calcio son fundamentales para la formación del esqueleto humano, además de otras funciones metabólicas como la función muscular, el transporte de oxígeno etc.
Y no solo contienen grandes cantidades de minerales esenciales, las castañas también son ricas en vitamina C y vitaminas del grupo B.
Además al contener hierro, comer castañas pueden beneficiar a personas con problemas de anemia.
Castañas, alimento apto para tus dietas
Gracias a su poder saciante y su bajo contenido calórico, comer castañas está recomendado para incluir en tus dietas. Además de no contener colesterol, estas poseen gran contenido de ácidos grasos saludables como son los omega 3 y omega 6.
Por si fuera poco, podemos destacar como propiedades de las castañas que estas contienen aminoácidos esenciales, proteínas necesarias para el buen funcionamiento de nuestro organismo.
Las castañas en los diabéticos
Como ya os comentamos anteriormente, una de las propiedades de las castañas es que son ricas en hidratos de carbono. De estos azúcares, la gran mayoría son hidratos de carbono complejos.
Estos compuestos destacan por ser de absorción lenta. Esto quiere decir que los carbohidratos (azúcares) son asimilados por el cuerpo poco a poco, sin provocar picos bruscos de glucosa.
Debido a la absorción lenta, las castañas son un alimento que los diabéticos pueden consumir en pequeñas cantidades, sin desestabilizar los niveles de azúcar. Pero es importante que no se abusen de ellas y que un diabético tome poca cantidad de cada vez, ya que su índice glucémico no es bajo.
Esperamos que os hayan parecido interesantes las propiedades de las castañas, podéis degustarlas en temporada otoñal, o bien crudas, asadas, cocidas, en tartas, bizcocho, marrón glasé, con anís, etc. Eso sí, comerlas con moderación, y como siempre decimos, dentro de una dieta los más saludable y variada posible.
Un ecosaludo