A estas alturas, ¿quién no ha oído hablar alguna vez del trigo sarraceno? Seguramente la gran mayoría de la gente, y es que en estos tiempos se ha convertido en un sustituto perfecto a muchos cereales.
El trigo sarraceno (Fagopyrum esculentum), también conocido como alforfón, se trata de un pseudocereal. Pero muchos os estaréis preguntando, eso de pseudocereal ¿qué quiere decir?
Pues esto significa que esta planta no pertenece al género del trigo, ni a la familia de las gramíneas, donde se engloban los cereales. En este último grupo se incluyen cereales como trigo, avena o centeno, que por su naturaleza presentan la proteína del gluten. Así, está es la razón por la que al trigo sarraceno se le llama pseudocereal y no contiene gluten.
Esta planta herbácea es originaria del continente asiático, pero hace décadas que su cultivo se ha propagado por Europa y Norteamérica, ya que se adapta muy bien a los suelos pobres en nutrientes y ácidos.
Cada vez es más conocido y como consecuencia mas fácil de adquirir. Hoy en día se ha convertido en un alimento prácticamente al alcance de todo el mundo.
Propiedades del trigo sarraceno
El alforfón presenta un elevado contenido de carbohidratos complejos (sobre el 65-73%), en forma de almidón. Gracias a esto y a sus mucílagos se ha convertido en un buen sustituto como espesante para conseguir una salsa con textura.
También es interesante destacar su alto porcentaje de fibra. Gracias a ella, se regula la absorción de colesterol y de azúcares en el cuerpo. Esto evita que se produzcan picos de glucosa en sangre aparte de dar una sensación de saciedad, convirtiéndose en un complemento ideal para los diabéticos..
Además, la fibra favorece una buena regulación del transito intestinal, ayudando a prevenir o combatir el estreñimiento.
A comparación de los cereales, sus minerales se absorben muy bien. Sobre todo, entre los principales minerales podemos destacar el manganeso, magnesio y fósforo. Como sabemos, al igual que el magnesio del cacao crudo, favorece la relajación muscular, haciéndose un mineral indispensable para deportistas, aparte de ayudar a combatir el estrés y la ansiedad favoreciendo el buen funcionamiento del sistema nervioso central.
Su fuente de proteínas vegetales es de un alto valor, ya que a comparación de los cereales, contiene una mayor proporción del aminoácido esencial, la lisina.
Todo esto hace que el trigo sarraceno sea un alimento con un alto valor nutricional. Sobre todo, gracias a las proteínas, se puede complementar muy bien con dietas veganas para aumentar el aporte proteíco y como no, resulta muy beneficioso para dietas donde no se consuma gluten.
Formas y usos en la cocina
-
Harina de trigo sarraceno
La harina es uno de los usos más comunes que se le da al trigo sarraceno. Hoy en día la verdad que se puede encontrar en casi cualquier supermercado y entre las personas celíacas o intolerantes al gluten, es muy conocida y utilizada.
El pan es uno de nuestros grandes acompañantes en la comida, pero si no tomas gluten, es algo más difícil de conseguir. Gracias a la harina de trigo sarraceno podrás preparar un buen sustituto al clásico pan de trigo, (aquí podéis ver la receta de pan de trigo sarraceno).
A parte de hacer pan, también se puede usar en una amplia variedad de recetas que llevan harinas de otros tipos, como galletas, tortitas, bizcochos, masas de pizza e incluso comidas rebozadas en sustitución del pan rallado o la harina convencional que solemos usar.
-
Granos
Hoy en día cada vez es más fácil encontrar en diferentes establecimientos estos granos. Con ellos puedes preparar tu mismo la harina, cocinar el grano o incluso tomarlo en germinados aprovechando sus beneficios al máximo.
Para cocinar los granos debemos de ponerlos al cocer en agua o incluso leche sobre 20 minutos y dejarlo 5 minutos más a reposo. Para ello tendremos que añadir el doble de líquido que de granos. Un buen truco para que los granos de trigo sarraceno queden más sueltos es tostarlos antes de cocerlos.
-
Trigo sarraceno germinado
Los granos de trigo sarraceno germinados son un complemento ideal para ensaladas o para los desayunos como acompañantes de yogures y granola.
De esta manera, estaremos aprovechando al máximo las propiedades beneficiosas de estos granos. Para ello debemos de poner las semillas en agua durante unos días. Estas primero absorben el agua y se hinchan, para posteriormente romper la cáscara y empezar a germinar. En este proceso se produce una activación de la síntesis proteica dando lugar a la formación de enzimas que producen una gran movilización de reservas.
En definitiva, las semillas germinadas contiene un alto aporte de nutrientes debido a que estas se movilizan y concentran, ya que con el proceso de germinación, la semilla se estaría preparando para su crecimiento.
-
Copos de trigo sarraceno
Estos copos resultan ideales para acompañar en el desayuno con la leche (tanto vegetales como animales) o con yogurt. También se puede hacer un rico desayuno o merienda con muesli o granola casera. Simplemente se tuesta en el horno, se acompaña con lo que más os guste, frutas, nibs de cacao puro o incluso un batido de verduras.
Otra manera de utilizar los copos de trigo sarraceno es dejarlos en agua a remojo durante unas horas o bien cocinarlos entre 5 y 10 minutos.
Como veis, podemos encontrar una buena variedad de formatos del trigo sarraceno en función de la comida que vayamos a preparar. Una opción perfecta para intolerantes al gluten, y que cada vez más gente opta por ella.
Hoy en día, la verdad que no solo son personas con intolerancia o celiacos las que lo consumen, si no que al ser muy fácil de digerir y tener un buen aporte energético y nutricional, está cada vez más extendido por todo el mundo.
A nosotros nos encanta, además ya hemos probado a preparar pan y tortitas (mira aquí la receta de tortitas con trigo sarraceno, sin gluten) y la verdad que quedan muy ricas. Esperamos que vosotros también os animéis a probar el trigo sarraceno, el pseudocereal tan de moda y nutritivo.
Un ecosaludo!